martes, 29 de enero de 2013

Sobredosis de palabras


No sé muy bien cómo empezar estas líneas, ni qué decirte en ellas, sobre todo para no hacerte ningún daño. Anoche, cuando me oí a mi misma decirte lo que llevo en mi corazón, me asusté mucho, tuve miedo. Todo desapareció cuando nos besamos y entonces supe que hasta el más extraordinario de los sueños es posible si se ama. Tus labios sellaron un montón de heridas y el tiempo dejó de contar para mí. Lo que buscaba, lo que necesitaba estaba allí, en ese momento preciso. Y cuando te fuiste, me quedé flotando en una hermosa nube de colores. Eso fue anoche. Pero a lo largo de una noche sin dormir, como acabo de pasar, he comprendido que los sueños son traidores, porque a veces te anestesian y, al despertar de ellos, todo vuelve a ser como era antes. Hay muchas cosas que no cambian, aunque el amor, siempre él, las haga más llevaderas. Te estarás preguntando a qué viene esto, qué pasa, pero por mucho que escriba y escriba, no lo entenderás. Casi ni lo entiendo yo misma. Hay una verdad: te quiero. Me he enamorado de ti. No era mi intención, pero ha sucedido. Verte fue sentirme atraída por ti, y conocerte, desear dártelo todo. Sin embargo, no es tan sencillo y no quiero hacerte daño. Ya te lo han hecho antes, así que es mejor no seguir con esto. También a mí me han hecho mucho daño y tengo heridas invisibles en el alma. Soy una cobarde, lo reconozco. Pero no puedo decirte más. La culpa es mía y sólo mía. Tenía que haberme ido antes, sin llegar a esto. Eres especial y mereces toda la felicidad que, estoy segura, no tardarás en encontrar. Yo, probablemente, no conoceré ya a nadie como tú. Supongo que lo tendré merecido, por jugar con el destino.


Convertid en cierto lo imposible
Leanne.


1 comentario:

  1. Que maravilla de texto! Me quedo con la frase: El más extraordinario de los sueños es posible si se ama. Si puedes soñarlo, puedes hacerlo :)
    Un abraazo gigante!

    ResponderEliminar