No
sé muy bien cómo empezar estas líneas, ni qué decirte en ellas, sobre todo para
no hacerte ningún daño. Anoche, cuando me oí a mi misma decirte lo que llevo en
mi corazón, me asusté mucho, tuve miedo. Todo desapareció cuando nos besamos y
entonces supe que hasta el más extraordinario de los sueños es posible si se
ama. Tus labios sellaron un montón de heridas y el tiempo dejó de contar para
mí. Lo que buscaba, lo que necesitaba
estaba allí, en ese momento preciso. Y cuando te fuiste, me quedé flotando en
una hermosa nube de colores. Eso fue anoche. Pero a lo largo de una noche sin
dormir, como acabo de pasar, he comprendido que los sueños son traidores,
porque a veces te anestesian y, al despertar de ellos, todo vuelve a ser como
era antes. Hay muchas cosas que no cambian, aunque el amor, siempre él, las
haga más llevaderas. Te estarás preguntando a qué viene esto, qué pasa, pero
por mucho que escriba y escriba, no lo entenderás. Casi ni lo entiendo yo
misma. Hay una verdad: te quiero. Me he enamorado de ti. No era mi intención,
pero ha sucedido. Verte fue sentirme atraída por ti, y conocerte, desear
dártelo todo. Sin embargo, no es tan sencillo y no quiero hacerte daño. Ya te
lo han hecho antes, así que es mejor no seguir con esto. También a mí me han
hecho mucho daño y tengo heridas invisibles en el alma. Soy una cobarde, lo
reconozco. Pero no puedo decirte más. La culpa es mía y sólo mía. Tenía que
haberme ido antes, sin llegar a esto. Eres especial y mereces toda la felicidad
que, estoy segura, no tardarás en encontrar. Yo, probablemente, no conoceré ya
a nadie como tú. Supongo que lo tendré merecido, por jugar con el destino.
Convertid en cierto lo imposible
Leanne.
Que maravilla de texto! Me quedo con la frase: El más extraordinario de los sueños es posible si se ama. Si puedes soñarlo, puedes hacerlo :)
ResponderEliminarUn abraazo gigante!